Historia de la Escuela Taller Sur
La escuela de arte taller sur surge en el año 2013 del inconformismo en cuanto al papel del arte en las escuelas; de la manera como el arte era concebido, algunas veces como asignatura de “relleno” o simplemente como entretenimiento, de la necesidad de generar espacios con una dinámica propia del ejercicio artístico y el impulso de la circulación del arte de forma alternativa, no oficial y accesible a la gente del barrio.
Nació la idea de realizar una escuela popular de arte, donde a través de la música, el teatro, la pintura, entre otras manifestaciones artísticas, se pudiera asumir el arte de una manera diferente. No se tenía idea de cómo hacerlo y uno de los que estaban presente, preguntó: ¿Con qué contamos? El chico del violín dijo: “-yo puedo enseñar violín”; la profe de pintura dijo: “-Yo puedo enseñar pintura”; el profesor de guitarra: “-yo, guitarra”, Yo dije: “yo, canto y piano” y, así, nos dimos cuenta de que contábamos con un gran potencial. Esa tarde, todos asumimos un reto como artistas, una propuesta de esperanza, que veía en el arte un proyecto de vida social. Pero el ¿cómo?, siguió dando vuelta en la cabeza de todos. Pero no dudamos en la decisión de formar la escuela popular de arte que, a través de talleres, acciones atractivas e inusuales, se introdujera en la comunidad e impactara con la creación artística. Siendo algunos profesores y estudiantes de la localidad 5ª de Usme, se decidió que ese sería el territorio para explorar.
La escuela comunitaria Taller Sur comenzó a desarrollarse en un espacio que facilitó la organización social de derechos humanos OLDHU (Observatorio Local de Derechos Humanos de Usme), liderado por abogados del sector, que ofrecían acompañamiento jurídico a la comunidad. Su local se encontraba arrendado en un tercer piso de una casa de la zona; contaba con una sala amplia, dos cuartos pequeños que servían de oficinas, un baño y una cocina. Esta organización el OLDHU, quien pagaba el arriendo nunca no cobró un solo peso por ello. De igual manera, los talleres que fueron impartiéndose, eran completamente gratuitos. Se fortalecían, así, lazos de hermandad, llenos de gestos solidarios. La apertura de la escuela se llevó a cabo con una gran inauguración, donde los talleristas realizaron un acto excepcional, que buscó enamorar al público de la propuesta. Y así fue. Al siguiente sábado, hubo una buena participación de la comunidad en los diferentes talleres convocados.
Hoy, taller sur se sigue contando con un grupo de profesionales, estudiantes y líderes comunitarios para el funcionamiento de la sede y de los talleres ofertados de manera gratuita para niños, niñas y jóvenes de la localidad de Usme. Desde la inauguración, la escuela fue de gran aceptación por parte de la comunidad quienes inquietantes han venido participando, algunos colaborando como gesto solidario con recursos para su funcionamiento.