Hace mucho tiempo, por los años del 1810, en pleno conflicto entre centralistas, federalistas y realistas ella fue llamada como grito de rebeldía con esta frase: “habían a salir a degüello, por señora y abogada de este reino a Santa Librada”.
Como representación del ideal libertario, Antonio Nariño tomó a Santa Librada como ícono revolucionario y en pleno julio de 1813, en los días 19 y 20 en Santa fe de Bogotá, ordenó un ritual religioso en nombre de Santa Librada para simbolizar el pacto de independencia y a su vez, la destrucción de los símbolos coloniales de la monarquía española.
A finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX está santa tuvo mucha fuerza en Cundinamarca por ser el símbolo de los mártires que sacrificaron sus vidas por un ideal libertario frente la esclavitud e injusticia propiciada por las lógicas del poder de la Corona Española.
Esta santa tenía su particularidad por estar visiblemente intermitente en las diferentes residencias entre los periodos de la independencia de Colombia, en los cuales, se destaca la de Francisco de Paula de Santander quién le dio mayor fuerza en sus periodos presidenciales entre los años 1835, 1836 y 1837, con José Hilario López en 1849 y con Murillo Toro en 1871. Este último asentó a esta santa como festividad nacional todos los 20 de julio en nombre del proyecto político de la independencia en Colombia.
Pese a ello, Santa Librada se perdió en los anaqueles de la historia por disputas políticas y religiosas; no solo la guerra se dio en lo político, sino que también en lo espiritual había una lucha por un predominio dogmático. Por un lado, los patriotas revolucionarios y los partidarios de la política de Bolívar veía en Santa Librada como su ícono protector de la lucha por la libertad, frente a los Conservadores tradicionalistas cuya imagen del Sagrado Corazón de Jesús era su fuente de devoción. Más tarde, en los años del 1960 tanto la política Conservadora como la doctrina del Vaticano, ordenaron retirar de las procesiones a las festividades de Santa Librada el 20 de julio por ser visto como un ícono apócrifo y -entrelíneas- por ser visto como ícono religioso-político Liberal.
El que es curioso y quiere conocer más a la Santa Librada de la Independencia, actualmente aparece como una escultura de una niña tímida crucificada en la Casa del Florero de Bogotá y en la Iglesia de la Esperanza en Usme como obra en óleo. Para más información sobre nuestra santa bogotana consulte: Santa Librada, patrona del 20 de julio en el primer centenario de la independencia de Colombia y Santa Librada y la Academia Colombiana de Historia de Jaime de Almeida.
Taller: Santa Librada Como Simbolo De La Independencia
El taller de Santa Librada como símbolo de independencia fue liderado por Lucha Rodríguez, Geógrafa, Especialista en ambiente y Desarrollo Local y en Alta Dirección del Estado. Feminista. Participa del movimiento social y político de Bogotá desde el 2011 integrando organizaciones como Ciudad en Movimiento y el Observatorio Urbano Feminista, espacios donde junto a las y los habitantes urbanos aporta en el fortalecimiento de organizaciones sociales de mujeres, jóvenes y barriales.
