Crónica de la Virgen Doble
Por: Carlos Maldonado
Fueron varias veces las que vi ese pedestal tratando de entender qué contenía antes y también quién le cambiaba de color, porque mientras iba en el alimentador para el portal de Usme, el pedestal en unas estaba gris, en otras azul, en otras en blanco y cambiaba de color constante como si alguien mantuviera un amor y cuidado a este objeto.
Al empezar a pensar en ese pedestal, fue raro que no recordara en algún momento de mi infancia y adolescencia algún ícono religioso dentro de este, como en otros lugares de Usme. En esta localidad abundan Divinos Niños y vírgenes del Carmen que desaparecen, renacen y al instante vuelven a desaparecer, o hay casos en los que las manos y las caras de estos íconos quedan destruidas por algún iconoclasta.
Sin embargo, hay una amnesia colectiva y son pocos los que recuerdan a esta santa particular, y los que la vieron les trae recuerdos incómodos y anormales, como un aire de rareza. Fue por eso importante empezar a indagar más profundo en el territorio para saber cómo era y el por qué en los habitantes de Usme les remitían aquellos pensamientos y sentimientos repulsivos.
Hace mucho tiempo, aproximadamente 25 años, cuentan los que cuentan que el profesor Oscar Cortés y el artista Jaime Gamboa, habitantes de Usme, realizaron un proyecto de una estatua en nombre de la iglesia Santa María de la Esperanza en aquel corredor de la calle 75 en Santa Librada. El artista y el gestor tuvieron la genial idea de crear una Virgen Doble para que los habitantes de Usme la recibieran de sur a norte con la cara al frente y no de espaldas.
La Santa María de la Esperanza tenía en un frente, una virgen con un brazo sosteniendo al Divino Niño y en el otro costado la misma virgen con los brazos extendidos, ambas unidas por la espalda. Sin embargo, la idea no fue bien recibida y la gente la rechazó por ser una figura extraña. Según los que cuentan, la consideraron oscura y satánica, y fue mal vista ante los ojos de varios habitantes.
Como si la misma Librada le diera su aura inspirada en la fealdad, aquellos artistas convirtieron la escultura en una santa de dos caras y cuatro brazos al mejor estilo Oriental. Con el tiempo la fueron gradualmente destruyendo hasta que fue retirada y perdida en el tiempo.
Ahí llega mi obsesión por encontrar al menos una imagen que dilucide cómo era. Fueron más de tres años preguntando a colegas, amigos y vecinos de la localidad si tenían una foto o algo que pudiese identificar a la Virgen Doble. Tiempo después, tuve la oportunidad de contactar con Jaime Barragán, artista contemporáneo de la localidad quien ha hecho varios trabajos de performance artístico en el sector.
Lo invité a la Escuela de Artes Taller Sur a que diera una conferencia sobre Santa Librada desde la mirada Queer. Como si los caminos estuvieran alineados, fue impresionante que él me diera a conocer por fin una foto de la Virgen Doble. ¡Imagínense la sorpresa cuando la vi por fin y a color! La foto es de finales de siglo XX y con ella contrasté la relación bizarra entre esta Santa Doble de la Esperanza con Santa Librada, para concluir, que el barrio Santa Librada trae en su aura lo extraño y original en lo más recóndito de su mística urbana.
La rareza es evidente y confirma lo que muchos decían, solo que desde mi punto de vista, la Virgen Doble es hermosa. Tiene tanto amor por sus vecinos usmeños que por eso tiene tantos brazos y cabezas para verlos y abrazarlos con fuerza espiritual desde diferentes ángulos.
Taller Santa Librada entre lo sagrado y lo profano
Iniciamos nuestro ciclo de talleres patrimoniales con la mirada espiritual de Santa Librada. En este taller hicimos una reflexión sobre el significado de lo profano y lo sagrado. En un primer ejercicio, la profe Lina nos nombro varias actividades y cada persona debía elegir si dicha actividad la consideraba profana o sagrada. Llegamos a la conclusión que el concepto de profano y sagrado puede variar en el tiempo y espacio según el contexto. Luego de está reflexión, empezamos a construir nuestro propio concepto de Santa Librada.
Este taller fue dirigido por Lina Camacho, líder Pijao del proceso Las Mohanas, maestra de Lengua Muisca y Licenciada en Biología de la Universidad Pedagógica Nacional.